Saturday, November 08, 2008

BIB AZAHAR 14



PROTESTA

Deshilachado de carne
y roto de un tijeretazo,
pero con el vientre jadeante
de lobo al acecho.

A veces lloro desde mi yo sensato
la blasfemia que camina por mis labios
pendiente a la rotura de esas cosas
que causan la disolución de mí mismo.

Y yo,
que intercambio en mi mente
palabras conciliadoras,
no puedo sobrevivir
a esta agonía de momias
que se aprestan al trabajo de finanzas,
ni a los santos hipócritas
en el ataúd de su sotana.

Sabed vosotros los corruptos,
los que exhaláis fuegos fatuos,
asesinos de ilusiones y de sueños,
que hay voces que trascienden océanos
y caminos mugiendo venganza.

Sabed que no hay juicio más severo
que el resonar de un porqué
en el vientre de una madre tigre.

***


LA VENTANA DEL AGUA

Las nubes son visillos de luna
en el postigo del cielo.
Asomado a esa ventana,
contemplo el vuelo del ángel del agua
de alas de cristal disperso,
llaga del aire hecha luna
y sortijas de plata en la onda.

Corren los gnomos del agua
escribiendo en mis ojos,
secos pergaminos,
persiguiendo sus culebras de cristal
inflamados pendientes de cielo.

Oh, proyección del sueño del agua
y parto de la fuente, sangre del aire
atravesado en manantial sonoro,
mientras murmuras tus notas
te silba el aire su sueño
y mi ensueño se hace lágrima.

Prenderé mi corazón
cada noche de almohada
sabiendo que las gotas de agua
me recuerdan tu beso,
son las hijas de la luna
que juegan al corro,
cantan y bailan mi embeleso
mientras te adoro.

***


Un tic, tac, para tu boca.

Aún le cantan mis alondras
al regreso de tus ojos.
Aún mi llanto humedece
la hierba de tus pasos.
Aún mi sangre hace sendas
por los riscos de tus raíces.

Como en un mar de manos
he naufragado de ti.
Sobre una nube de neuronas eléctricas,
críticas y retorcidas.
Sobre un millón de picas alzadas
como rayos solares moribundos de noche.
Sobre un desierto de espaldas
quemado en la sequía de tus ojos.
Sobre el antiguo vals de labios secos
reata de recuerdos torbellino.
Sobre el gong inmisericorde del tiempo
alargado en su redoble.
Sobre olas alzadas por el viento
de una cruel desesperanza.
Sobre los llanos eternos
de miradas retorcidas.

Aquí estoy, pobre pez,
pendiente del sedal de tus rayos de luna,
muerto sin la húmeda caricia
de tus manos en flor
que ponen mis tempestades en fuga.

Sólo tu adiós, ¡nada más!,
fue mi hecatombe,
pero aún mi corazón conserva
un tic, tac, para tu boca.

***


HERIDOS DE AMOR

Somos como dos heridos de amor
pero que tardan mucho en morirse.

En mi corazón hambriento no hay venas,
sino mechas que buscan tu estampido.
Nos amamos como los explosivos
que revientan por simpatía,
vena a vena, a corazón hambriento.

Ten piedad de tus valles y mis lirios,
que se buscan con ansia de fuente enloquecida.
Aparta tus hojas y quita la presa
que yo sabré encontrar nuestro cauce.
Y el rumor de mis troncos y avenidas
pagará el del ave del suspiro.

Somos como dos heridos de amor
pero que tardan mucho en morirse.
***
Pepe Martín


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